Los juegos de construcción son de los que mayor éxito tienen entre los niños y uno de los que acompañan la actividad lúdica de los pequeños durante más tiempo.
Se trata de un conjunto de piezas, de formas diferentes, con las que pueden hacerse múltiples combinaciones, creando distintas estructuras, así como también podrán apilarlos y derribarlos las veces que deseen.